Parte 19 – La Familia Tarafa-Alvarez, retenidos por los Guardias Rurales, escapando del incendio en Dic. 1958.

A la izquierda abajo la casa Mariano Oliver (Palacio Pioneros) a su izquierda cruzando Mejias al centro de la foto y haciendo esquina los postes de la casa Dr. Jiménez, a su izq. casa Dr. Carlos Tarafa P.

Hacia el lado izquierdo de la foto se nota la antigua vivienda del comerciante Mariano Oliver, haciendo esquina y con la calle Pérez André en el frente y por el costado izquierdo la calle Mejias. Mas arriba de esa construcción mencionada, o sea a su lado izquierdo en la acera del frente tambien haciendo esquina, se notan los cinco postes del frente de la destruida casa del Dr. Giraldo Jiménez Riverí y por el costado de la calle Pérez André se ven tres postes más. Partiendo de la casa del Dr. Jiménez, a su izquierda en la calle Mejias, está el espacio que ocupaba la vivienda del Dr. Carlos M. Tarafa Pérez y Nena Alvarez, le seguía la casa con paredes de cemento, segun la foto, propiedad de Isidoro «Lolín» Gutíerrez Sedano. La calle que se nota detrás de esa manzana (más arriba en la foto) es la calle Calixto García en aquellos tiempos, ahora viene siendo la Circunvalación o Eugenio Carbó.

Calle Mejias vista desde Perez André enfocando al lugar del antiguo Cuartel de la Guardia Rural al fondo, donde ahora se encuentra el edificio verde con columnas y vigas blancas.

Recientemente recibimos el relato manuscrito de Pedro «Perucho» Tarafa Alvarez, quien nos detalla los momentos vividos por él junto a sus padres y hermanas, a partir de la entrada a la zona urbana de Sagua de Tánamo, por los combatientes del Ejercito Rebelde como brazo armado del Movimiento 26 de Julio, en las primeras horas de la noche del día 16 de Diciembre de 1958.

Nos narra Perucho que a las 4:00 de la mañana del día 17 de Dic. su familia Tarafa Alvarez, cruzaron la calle Mejias, ya que su casa era de madera y se trasladaron a la propiedad de Mariano Oliver, al ser de cemento era una fortaleza, buscando protección de los disparos entre los soldados del Ejercito y los combatientes Rebeldes. A las 10 de la mañana del propio día 17, los guardias del Ejercito, por seguridad de todas las personas reguardadas en esa casa, los trasladaron para la casa de mampotería del «Moro» Salvador Ambar, la cual era parte de la misma construcción donde estaba el Cuartel de los Guardias Rurales, en la calle Ramón Herrera Cintra (No sabemos si realmente buscaban la seguridad de los civiles, o era para hacerle mas dificil la situación de ataque a los Rebeldes por haber muchos civiles al lado del Cuartel de la Guardia Rural, prácticamente estos eran rehenes).

Por la tarde de ese mismo día el Ejercito, nos trasladaron para la Clinica Municipal Manuela Jardínes (ahora Escuela de Enfermeras), donde dormimos esa noche. Al otro día 18, nos amarraron fuerte con tiras de una sabana por la cintura, porque teníamos hambre; al medio día se cocinó arroz con bacalao, que era lo único que había, así hasta el otro día 19, cuando nos volvieron a llevar de regreso hacia la casa de los «Moros» Ambar, como el Ejercito iba a quemar los almacenes que estaban frente al Parque Mariana Grajales por el lado del Cuartel, los guardias nos ordenaron a los muchachos y hombres que sacaramos todo lo que fuera de comer y de beber que encontraramos en el almacen. Cuando eran las 6 de la tarde de este día 19 de Diciembre, por las dos partes, se dió la orden de salir del pueblo, lo cual se efectuó de forma ordenada.

En el trayecto desde la casa de Salvador Ambar «El moro» al lado del Cuartel de la Guardia Rural hasta la Clinica Manuela Jardínes (actual Escuela de Enfermeras) un disparo hirió en un bracito al bebé Eulisito Pérez, que tal vez no pasara de un año de edad.

Nosotros salimos junto a todas las familias, que habíamos sido retenidos por los Guardias Rurales y el Ejercito, en dirección a Zabala. Los miembros de mi familia llegamos a la casa de la madre de Aida Garcell, la esposa de Guillermo Fernández, ahí comimos esa noche y seguimos camino hasta llegar a la casa de Marcelino Góngora donde permanecimos tres días. El día 23 de Diciembre nos trasladamos para el Guarano hasta llegar a la vivienda de Tomás Velazquez hermano de mi mamá, donde permanecimos hasta que regresamos al pueblo el día 3 de Enero de 1959.

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